Saturday, March 08, 2008

Hoy es 8 de marzo

Ya he escrito lo que he deseado y he dicho casi todo lo que quería decir. Ya no hay nada que desee hacer en este mundo; aún hay mucho, pero no puedo hacerlo estando donde estoy. El Japón se recobrará muy pronto, más de lo que se cree. Yo espero que en cinco años el Japón dará un positivo paso al frente.

No temo una sentencia de muerte. Estoy preparado para ella. Creo que me será difícil enfrentar la ejecución sin preocuparme demasiado, pero con la plena conciencia de que mi última hora ha llegado. Cuando estaba en la prisión de Omori, me dijo un médico del ejército que en el fusilamiento llega la muerte sin dolor. Ahora advierto que no he expresado mi agradecimiento a mi esposa. En los veinte años de nuestra vida matrimonial hemos tenido diferencias de opinión y hasta disputas violentas. Estas disputas se convierten ahora en dulces recuerdos. Tú eres una persona recta, de una rectitud poco frecuente, y, por consiguiente eres valerosa y fuerte. Acostumbrabas a decir palabras más irritantes de lo que quisieras y tu lengua sabe ser aguda. Por esto empezaban nuestras disputas. Sin embargo, íntimamente tengo confianza en ti. En muchos sentidos has conseguido que rectificara defectos de mi carácter y me has ayudado siempre en gran manera.

Ahora que estoy a punto de separarme de ti, veo tus buenas cualidades y he olvidado completamente tus defectos. No me preocupa dejar a nuestros hijos en tus manos, porque sé que sabrás educarlos en el camino de la rectitud y de la fortaleza. Tampoco me cabe duda de que sabrás cuidar a mi madre en Sado después de que yo muera. Mi madre tendrá una plácida muerte asistida por ti y sus nietos.

Veinte años parecen un corto tiempo, pero es un largo trecho. Estoy muy satisfecho de mi vida y de los años pasados a tu lado.

Si es cierto que hay otro mundo, nos casaremos de nuevo en esa nueva vida. Yo voy delante y ahí te espero. Pero no debes apresurarte. Vive muchos años para nuestros hijos y haz en mi nombre las cosas que yo no pude realizar. Tú verás a nuestros nietos y a nuestros biznietos, y cuando te reúnas conmigo en el Más Allá me contarás muchas cosas de ellos.

Gracias por todo.


Carta del General Msaharu Homma a su esposa Fujiko, 25/1/1946, Filipinas.

No comments: