Friday, March 28, 2008

Fortuna

La mala fortuna no tritura a nadie, salvo al que se ha dejado antes engañar por la próspera.

(Séneca)

Wednesday, March 19, 2008

Los alfareros de la cuenca del Cachapoal: Una reseña.


En antropología suele pasarse con demasiada facilidad desde reflexiones de un grado inconmensurable de abstracción a discusiones casuísticas en donde la declaración de principios suele mezclarse con el diagnóstico de la realidad. En este sentido cabe valorar el trabajo de Barrales y Vergara como muestra tangible de que la antropología de compromiso puede abarcar los diversos niveles de la investigación etnográfica en forma coherente y rigurosa, evitando caer en los dos males que la acechan: el tecnicismo y la declamación.

Siguiendo las coordenadas teóricas representadas por los conceptos de patrimonio y saberes tradicionales las autoras revisan las características e implicancias socioculturales de la tradición alfarera del valle del Cachapoal. Como pudiera preverse, nos estamos refiriendo a un tema polidimensional en donde el eje histórico constituye un dominio insoslayable, pero cuya revisión permite mostrar los íntimos nexos entre una ruralidad hacendal, como contexto de la tecnología cerámica centrina, y la riquísima tradición indígena preexistente en el valle del Cachapoal. Para eso las autoras recurren a los criterios arqueológicos de análisis cerámico, demostrando un claro manejo de los antecedentes prehispánicos y de la perspectiva tecnológica.

Mediante una estrategia de investigación social se recaba también antecedentes sobre la realidad inmediata de los alfareros del valle y sobre su historia reciente, así como los problemas que enfrentan y sobre cómo se configuraría el panorama a futuro si es que se mantienen las tendencias socioeconómicas del presente. Las autoras concluyen indicando cuáles, a su juicio, debieran ser las líneas de acción para la preservación y puesta en valor de un saber patrimonial en peligro de desaparición.

Ameno, didáctico y riguroso al mismo tiempo. Un libro de partes equilibradas que reviste interés para el especialista, para el lego y, en general, para cualquier observador antropológico consciente de que los enfoques tecnológicos permiten romper o al menos matizar el argumento tautológico de que sólo lo social explica lo social.


2008 Catalina Barrales y María Eugenia Vergara: Los alfareros de la cuenca del Cachapoal, Primeros Pasos Ediciones, Rancagua.

Tuesday, March 11, 2008

Felicidad

Cuesta poco la verdadera felicidad. Si ha costado mucho, su calidad no es buena.

(Chateaubriand)

Saturday, March 08, 2008

Hoy es 8 de marzo

Ya he escrito lo que he deseado y he dicho casi todo lo que quería decir. Ya no hay nada que desee hacer en este mundo; aún hay mucho, pero no puedo hacerlo estando donde estoy. El Japón se recobrará muy pronto, más de lo que se cree. Yo espero que en cinco años el Japón dará un positivo paso al frente.

No temo una sentencia de muerte. Estoy preparado para ella. Creo que me será difícil enfrentar la ejecución sin preocuparme demasiado, pero con la plena conciencia de que mi última hora ha llegado. Cuando estaba en la prisión de Omori, me dijo un médico del ejército que en el fusilamiento llega la muerte sin dolor. Ahora advierto que no he expresado mi agradecimiento a mi esposa. En los veinte años de nuestra vida matrimonial hemos tenido diferencias de opinión y hasta disputas violentas. Estas disputas se convierten ahora en dulces recuerdos. Tú eres una persona recta, de una rectitud poco frecuente, y, por consiguiente eres valerosa y fuerte. Acostumbrabas a decir palabras más irritantes de lo que quisieras y tu lengua sabe ser aguda. Por esto empezaban nuestras disputas. Sin embargo, íntimamente tengo confianza en ti. En muchos sentidos has conseguido que rectificara defectos de mi carácter y me has ayudado siempre en gran manera.

Ahora que estoy a punto de separarme de ti, veo tus buenas cualidades y he olvidado completamente tus defectos. No me preocupa dejar a nuestros hijos en tus manos, porque sé que sabrás educarlos en el camino de la rectitud y de la fortaleza. Tampoco me cabe duda de que sabrás cuidar a mi madre en Sado después de que yo muera. Mi madre tendrá una plácida muerte asistida por ti y sus nietos.

Veinte años parecen un corto tiempo, pero es un largo trecho. Estoy muy satisfecho de mi vida y de los años pasados a tu lado.

Si es cierto que hay otro mundo, nos casaremos de nuevo en esa nueva vida. Yo voy delante y ahí te espero. Pero no debes apresurarte. Vive muchos años para nuestros hijos y haz en mi nombre las cosas que yo no pude realizar. Tú verás a nuestros nietos y a nuestros biznietos, y cuando te reúnas conmigo en el Más Allá me contarás muchas cosas de ellos.

Gracias por todo.


Carta del General Msaharu Homma a su esposa Fujiko, 25/1/1946, Filipinas.