Tuesday, December 28, 2010

La ética del estilo

Simple sin ser vacuo, profundo sin ser abstruso.

Saturday, December 25, 2010

Etica universitaria

Los farmaceúticos saben perfectamente cuál es la diferencia entre un medicamento y un veneno: la dosis. Respecto a la crítica en arqueología podríamos hacer un juicio similar, por eso es que los problematizados de la teoría debieran pensarlo muy bien antes de reemplazar al conocimiento por la crítica como el valor supremo de la inteligencia académica.

Lectura funcionalista de la Historia

Muchos críticos del funcionalismo denotan el carácter a-histórico de los modelos sistémicos o bien funcionalistas. Ellos critican el funcionalismo por no considerar la Historia pero tampoco explican mayormente por qué debemos recurrir a ella o simplemente qué es lo que deberíamos entender por "Historia". Oponer lo histórico a lo funcional me parece tan equivocado como acusar a la estadística de haber deshumanizado a las Ciencias Sociales. Un gran referente para aquellos críticos, como lo es Marx, postuló una visión del mundo esencialmente histórica sobre la base de análisis casuísticos de carácter funcional, lo que, al menos bajo un punto de vista, equivale a una visión funcionalista de la Historia. Visto de este modo, es imposible no pensar en la posibilidad de hallar leyes "diacrónicas" sobre el devenir de la cultura, tal cómo lo reflexionó Radcliffe-Brown en una fase de su trabajo intelectual, que no todos los críticos del funcionalismo conocen a cabalidad. Sobre esta consideraciones ¿podríamos comprender la Historia como una extensión antropológica de la evolución natural, que implique la posibilidad de ofrecer un punto de vista complementario al de otras corrientes historiográficas? Duda no nos quepa, como tampoco le cupieron a Leslie White. Sólo que la determinación tecnológica no es la única dentro de la contingencia histórica y, claramente, los procesos adaptativos de la sociedad no sólo tienen por referente los medios físicos o económicos. Después de casi diez años, llegó para mí la necesidad de visitar el oráculo de Bielefeld, así como indagar la fórmula secreta usada para lograr que dos enemigos irreconciliables, K. Marx y M. Weber, lograran ser amigos de intimidad. Increíble, pero real en un mundo paralelo al antropológico. ¿El de Alicia? No: el de Parsons.